sábado, 9 de septiembre de 2017

Mindfulness y el efecto calmante de la respiración

La Atención Consciente o Mindfulness, es un estado de atención al momento presente, desde donde tomar conciencia de las distintas experiencias y las fases de esa experiencia, con una mente abierta a lo que acontece, suspendiendo juicios, tanto a lo interno como externo.

Esa conciencia nos abre nuevas oportunidades de conocernos, conocer cómo acontecen las emociones, las sensaciones, los pensamientos, los sonidos, nuestro movimiento, sentimientos y cómo es nuestra respuesta o reacción ante esos acontecimientos, cómo nos relacionamos con ellos.

Y este proceso de conciencia, nos permitirá poder tomar decisiones más inteligentes, distanciándonos un poco más de todo ese proceso de “piloto automático” que todas esas reacciones producen en nuestro cuerpo.

Esa conciencia nos permite ser más honestos/as, ver las situaciones con más claridad, darle más sentido a lo que nos sucede y a cómo reaccionamos o respondemos, a tener más confianza en nosotros/as y en los procesos naturales que se producen, así como en la naturaleza humana y en las intenciones que van ocultas en nuestras acciones y en las posibilidades que la vida nos ofrece y que a veces estamos ciegos/as a ellas.

Ampliando esta conciencia, ampliamos también esas posibilidades, nos damos más cuenta de ellas, en el momento en el que se ofrecen, que se nos abren desde nuestro interior y podemos decidir cómo responder ante ello.

Las sensaciones agradables o desagradables producen en nosotros/as reacciones que nos privan de experimentar a veces y regular más sabiamente lo que acontece: las tensiones, nuestros impulsos, las alegrías desproporcionadas, el dolor, la enfermedad, el sufrimiento, nuestras frustraciones, lo que reduce nuestra calidad de vida.
Ser más conscientes de nuestras elecciones, nos permite dirigir mejor nuestro compromiso y esfuerzo hacia nuestro propósito y proyecto de vida y reconocer que todo y todos/as estamos interconectados/as tanto en lo que nos alegra, como en lo que nos duele, en resumen, en nuestro sufrir a mantener lo que nos agrada o desagrada, esto nos permite desarrollar recursos naturales para relacionarnos con lo que nos sucede de una forma más saludable para todo/as.

Nos permite aprender a relacionarnos con nuestras experiencias agradables y desagradables de una manera más sencilla, sin tanto juicio, con confianza y de forma proactiva aprovechando la oportunidad.

Pero Mindfulness no son conceptos cerrados que aprender, ni teoría que estudiar, es verdad que hay gran cantidad de investigaciones que nos muestra que las técnicas que en Mindfulness se utilizan están reportando mucho beneficio a las personas en todos los ámbitos donde interactuamos: educación, social, salud, deporte, laboral, espiritual y son un gran trabajo a conocer y desde donde aprender, y que hay un gran estudio de la filosofía que lo abarca y le da sentido, pero la mejor forma de conocer sus efectos, es experimentándolo, practicándolo de forma regular, lo que nos permitirá gestionar nuestras vidas de una manera más óptima, estemos en el momento que estemos en nuestra historia de vida, con amabilidad y comprensión.

Aparcar nuestras expectativas y juicios, nos permitirá abrirnos a la experiencia con una mente de principiante, observando y sintiendo lo que sucede de forma natural y acogiéndolo desde esa apertura.

La respiración es la mejor herramienta y recurso que tenemos para atender a la experiencia. Un recurso natural que toda persona tiene acceso a ella en cualquier momento, estemos donde estemos, desde la propia economía humana, respirar hondo nos facilita conectar con nuestro cuerpo, relajarnos y poder entrar en una mayor conciencia interna y externa.

Un estudio que publica la revista Science[i] nos ofrece cómo entender porqué respirar hondo puede calmarnos: se trata de un grupo de 350 neuronas situadas en el tronco del encéfalo, entre el cerebro y la médula espinal.
Los autores del trabajo, liderado desde la Universidad de Stanford (EE.UU.), descubrieron estas neuronas en una investigación con ratones y concluyeron que tienen dos características específicas.
La primera, es que están más activas cuanto más rápida sea la respiración, y la segunda, es que su misión es mandar señales a otra parte del tronco del encéfalo, llamada locus cerúleo, que está involucrada en la respuesta del cuerpo al estrés y el pánico y en el tránsito del sueño a la vigilia.

El efecto calmante de la respiración

La actividad rítmica de un grupo de neuronas en el tronco cerebral inicia la respiración. Este grupo se compone de distintos subgrupos de neuronas, aunque se entremezclan. Yackle et al. encontró una subpoblación neuronal pequeña, molecularmente definida en este generador de ritmo respiratorio que directamente proyecta a un centro cerebral que juega un papel clave en el estado de alerta generalizado, la atención y el estrés (véase la Perspectiva de Sheikbahaei y Smith). La extirpación de estas células no afectó la respiración normal, pero dejó a los animales inusualmente calmados. El centro respiratorio tiene así una influencia directa y dramática en la función cerebral de orden superior.

Por ello, “una respiración lenta y calmada activaría menos estas neuronas, lo que causaría menos activación del locus cerúleo y menos agitación”, detalla el autor del estudio, Kevin Yackle. El locus cerúleo, un centro cerebral implicado en la atención, la excitación y el pánico que se proyecta a través del cerebro. leer más...




[i] Yackle et al. Ciencia  31 de marzo de 2017: Vol. 355, número 6332, págs. 1411-1415 

jueves, 17 de noviembre de 2016

NEUROEDUCACIÓN


MEDITACIÓN PARA NIÑ@S. CALMA VS SOBRESTIMULACIÓN

Meditación para niños/as.
Calma vs Sobreestimulación, para la atención, el aprendizaje y nuestras relaciones.

Cada vez más encontramos nuevas investigaciones que evidencian la necesidad de calmar la mente para dirigir nuestra atención a actividades más productivas, creativas, autoconocernos, relajarnos y disfrutar de mayores momentos en armonía y saludablemente.
Los ejercicios de meditación para niñ@s son una herramienta que nos ayuda a encontrar ese equilibrio y armonía que necesitamos desde la Educación Socioemocional.
Muchos/as son los padres/madres y profesionales de la educación que conocen los beneficios de la educación social y emocional en niñ@s como pequeñas semillas de nuestra sociedad. Que se dan cuenta, reconocen e investigan en la necesidad de conocer un poquito más cómo funciona nuestro cuerpo y nuestra mente, reconocer nuestras emociones, sensaciones y pensamientos y relacionarnos con ellos de una forma más saludable.
Tenemos innumerables estímulos que nos obligan a estar más en nuestro “piloto automático” dejando a un lado nuestra creatividad, nuestro autoconocimiento, nuestras relaciones conscientes con el mundo que nos rodea.
Pero, ¿hasta qué punto tanta estimulación es positiva?, ¿deja paso a la imaginación? ¿puede explicar la sobreestimulación algunos casos de problemas tan habituales como el trastorno por déficit de atención?
Nuestr@s niñ@s están continuamente recibiendo estímulos de los videojuegos, los juguetes, los libros, los medios de comunicación, los sonidos, desde los distintos sentidos  y según se van haciendo mayores les vamos incluyendo en interminables jornadas escolares y extraescolares que fomentan la organización, la planificación, la responsabilidad, pero también si no tenemos cuidado esa sobrestimulación.
Algunas investigaciones están planteando el efecto de la "tolerancia" aplicada a la estimulación: una vez el organismo se acostumbra a una dosis de estimulación, ésta deja de ser suficiente por lo que comienza una búsqueda cada vez mayor para evitar el aburrimiento. Y así podrían explicarse algunos casos de hiperactividad, por la búsqueda desesperada de más y más para calmar la sed de estímulos.
¿Cuántos de nosotr@s estamos viendo la televisión con el ordenador, móvil, café y hablando a la vez? Encendemos nuestro piloto automático y suspendemos nuestra creatividad, nuestra imaginación, otras formas de pensar ¿Nos reconocemos escuchando música a la vez que hacemos alguna otra cosa? ¿escuchamos a nuestr@s hij@s mientras hacemos la cena y escuchamos la radio o la Televisión? ¿Mantenemos una conversación mientras contestamos al móvil? Nos podemos plantear entonces ¿Somos capaces de sentarnos cinco minutos sin hacer nada en absoluto salvo estar con nosotr@s mism@s? Eso a veces asusta a grandes y pequeños.
Además, la sobreestimulación nos facilita el no profundizar en las cosas, a quedarnos con lo superficial. Es tanta la información que tenemos, y queremos llegar a toda la que tenemos acceso. Pero esto conlleva que cuando paramos, nos viene llamando a la puerta la frustración, el aburrimiento, la desatención y con ella la falta de concentración.
No necesitamos estar continuamente “haciendo”, a veces es necesario beneficiarnos de unos minutos de calma, para conocernos, relajarnos, reponer energías y disfrutar el momento presente, dirigiendo la atención a cada momento concreto, a cada experiencia concreta que reconocemos, observando, explorando como si fuera una nueva experiencia, una aventura nueva cada día, donde se encuentra nuestro cuerpo de forma permanente, pero no siempre nuestra mente.
Reconocer todo esto y poder elegir, poder tomar nuestra decisión de estar en ese momento o no, es una elección, una oportunidad necesaria qué ofrecer a nuestros/as hijos/as y alumnado.
La tecnología nos ha facilita mucho la vida, tiene muchas ventajas, pero también es importante que seamos conscientes de que a veces nos fuerza a la sobreestimulación constante desde la infancia hasta la edad adulta, si no somos capaces de organizarnos y frenarla.
Les ofrecemos una gran cantidad de recursos y tecnologías a nuestros/as hijos/as para estar “entretenidos/as”, para que no nos agobien a veces, nos dejen tranquilos/as. ¿es nuestro caso? ¿has pensado en la cantidad de estímulos que a veces no nos están pidiendo? ¿ese es el ritmo acelerado que queremos realmente para nuestros/as hijos/as?
Toda esa sobreestimulación a veces, es tan habitual en nuestros días, que mantener esa estimulación constante, es forzar a seguir un ritmo que nos es complicado, nuestro cuerpo y nuestra mente no están preparados para ello en este momento, nuestra naturaleza nos pide más calma y cuando la reconocemos nos sentimos también atraídos por ella, es por eso, porque nuestra naturaleza está ahí y la busca.
Resumiendo, la sobrestimulación no deja paso a la imaginación, nos acerca cada vez más a la hiperactividad, limita nuestra capacidad de atención y concentración y va generando en nuestras vidas una mayor vulnerabilidad si no sabemos manejarlo.
Beneficios para nuestr@s hij@s y para nosotr@s mism@s.
Para un proceso de aprendizaje enriquecedor que facilite experiencias, agradables, desagradables o neutras, ¿crees que mayoritariamente se pone a nuestro alcance la tecnología?  ¿A veces nos forzamos a mantener esta sobreestimulación constante, un ritmo muy acelerado que les fuerza a que cuando no lo tienen “echarlo de menos” y aburrirse? ¿creéis que pueden retener tanta información y manejarla?.
Según el doctor en Psicología Luis López, autor de «Meditación para niños», orienta a que es conveniente que aprendan a calmar la mente en su propio entorno lleno de ruidos, lo mismo que los padres/madres.
Explica que meditar no implica hacer algo totalmente nuevo, a veces incluso lo estamos haciendo sin darnos cuenta «pasa por buscar la calma, la sencillez, la integridad». «Siempre ha habido formas en las casas para buscar estos estados de quietud y los niños tienen que aprender una habilidad que los padres se supone que tiene que desarrollar, lo mismo que hablar una segunda o tercera lengua», pero lo que si es más difícil es que lo incluyamos en nuestros hábitos.

Entre los beneficios que puede ofrecer la meditación está el regular mucho más nuestro cuerpo, nuestro organismo en general: el ritmo respiratorio, nuestro nivel cardiovascular, el desarrollo neurológico, el desarrollo de nuestras competencias intelectuales, la mejora de la atención, la capacidad de abstraerse, la lógica, el cálculo, etc.,. Hay estudios que han podido analizar y concluir que mejora su rendimiento académico, el clima escolar y la relación consigo mismo/a y con su entorno.
Al tener también una mayor calma mental, ayuda a que aprenda a escuchar sus emociones, a desarrollar habilidades sociales, reconociendo sus límites, sus capacidades y sus talentos.
Una vez que llega la calma, puede dirigir su atención de forma focalizada, intencional, hacia aquello que decida, y responder más saludablemente, pudiendo elegir su respuesta y la dirección de su atención por ejemplo a escuchar lo que están comentándole, visualizar, hacer un ejercicio, resolver un problema, planificar una acción…
Todo esto le trae más claridad y eficiencia en lo que hace, más coherencia entre lo que piensa, su intención, lo que dice, siente y hace, y trae consciencia de las demás personas que están a su alrededor, las distintas situaciones que vive, en general a su entorno.  
También a través de estos procesos de calma, nos entrenamos para la autocompasión y la compasión, lo que nos ayuda a perdonarnos a nosotros/as mismos/as, desarrollar la asertividad y la empatía, de ahí que nuestras relaciones mejoran significativamente.
Si tu hij@ no ha probado a hacer un pequeño ejercicio de meditación, estos ejercicios le ayudaran también a conocerse un poquito más, entrenar su atención y concentración.
Los niñ@s están mucho más en el presente que nosotr@s, con nuestros pensamientos, nuestras expectativas de futuro, nuestras experiencias y recuerdos del pasado, ell@s son ya muy conscientes de muchas más cosas que nosotr@s l@s adult@s. Pero si de forma más consciente, con una mayor elección de lo que queremos ser o hacer, pueden entrenarse en la atención plena, eso les ayudará a incorporarlo en su día a día de forma natural y les ayudará a que cuando sean personas adultas tengan interiorizadas estas herramientas y les sea más fácil encontrar esos momentos de calma y reducir a veces la angustia y ansiedad.
A partir de los 4 años pueden empezar a practicarlo con pequeños minutos e ir aumentando poco a poco, paulatinamente según su cuerpo y su mente se lo vaya pidiendo, como si fuera un juego.
Como padres/madres o docente, tenemos la oportunidad de ofrecerles espacio para que examinen sus propios sentimientos, sean conscientes de si actúan automáticamente o no, de observarse internamente y descubrir cómo se encuentra su cuerpo y su mente.
A veces, no podemos ponerle solución a lo que nos sucede, pero podemos permanecer con ello, observándolo, explorándolo y descubriendo qué está pasando, mostrando nuestros sentimientos y aceptando nuestras emociones, pensamientos y tomar decisiones.
Igual pasa con nosotros/as como padres/madres o docentes, no podemos ofrecerles soluciones a todo, pero si estar cerca para aportarles herramientas, escucharles y estar a su lado con afectividad cuando se estado de ánimo no les trae sensaciones agradables y no saben manejar la situación.
También a niñ@s por ejemplo con trastorno de déficit de atención con o sin hiperactiviad (TDAH), puede ofrecerles la tranquilidad que en su día tal vez no pueden encontrar, es muy recomendable que lo puedan incorporar en sus hábitos como lo hacen cuando les entrenamos a lavarse los dientes, peinarse, ducharse, etc..
Dice el Dalai Lama, que si le enseñáramos meditación a cada niño de ocho años, eliminaríamos la violencia en una sola generación.

¿Realmente queremos dirigir nuestro esfuerzo a beneficiar a nuestros/as hij@s?
Beneficios que les puede ofrecer:
Ø  Mayor autoconocimiento, autoestima y seguridad en lo que hace.
Ø  Más aprecio por lo si mismo/a y por las demás personas.
Ø  Tendrá menos ansiedad y estrés.
Ø  Mejorará su atención y concentración, enfocándola hacia lo que él/ella decida, disminuyendo su distracción y frustración.
Ø  Disminuirá su reactividad e impulsividad
Ø  Le facilitará un mayor descanso al disminuir su actividad mental.
Ø  Mejorará su rendimiento académico.
Ø  Sus dificultades pasarán a ser retos, al desarrollar su capacidad de aceptación y enfoque de acción desde una visión más positiva.
Ø  Regulará mejor sus emociones.
Y todo ello les ayudará entrenar sus funciones ejecutivas en general, a sentar esos cimientos de la calma, las relaciones saludables y la atención que tanto nos puede aportar para tener habilidades y capacidades para la vida.
Estar con una mayor atención plena y presencia (mindfulness), es vivir más conscientes de lo que nos sucede, de lo que hacemos y somos. Podemos desarrollar esta capacidad con las técnicas adecuadas para mejorar nuestras relaciones con los/as demás y con nosotros/as mismos/as.  Esto nos llevará a tener experiencias más enriquecedoras y una mayor armonía con nosotros/as y con nuestro entorno.
¿Quieres practicar un poquito la Mindfulness con tus hij@s?
Espacio: Elige un espacio tranquilo, donde la temperatura sea agradable y si estás empezando, procura que sea sin mucho ruido de fondo, sobre todo al principio hasta que llevemos un tiempo entrenando nuestra atención plena y presencia.
Vestimenta: Poneros ropa cómoda, si es posible con un calzado también cómodo o con calcetines.
Posición. Para iniciarnos podemos tumbarnos boca arriba, encima de una esterilla o una mantita, los brazos y las piernas estiradas, te puede ayudar tal vez tener las palmas de las manos hacia arriba y mantener la espalda recta.
También puedes realizar el ejercicio sentado/a en el suelo con las piernas cruzadas como si fuésemos ranas, con la espalda recta, o en una silla de forma cómoda, con los pies apoyados en el suelo, las piernas y brazos no cruzados, la espalda recta, el mentón un poquito hacia el pecho, mantenemos una postura recta y relajada, no rígida y las manos las puedes dejar colgando del tronco del cuerpo o encima de tus rodillas o muslos.
Los ojos cerrados o semiabiertos mirando a un punto fijo cerca al suelo o al techo te podrán ayudar a no recibir otros estímulos desde la vista.
Ambiente: Si quieres puedes ponerte música tranquila de fondo, pero es preferible que empieces tu entrenamiento sin música, pues es también otro distractor más y puede que te relaje mucho y capture vuestra atención, y cuando entrenamos la atención, la enfocamos a nuestra voluntad, pero no se trata de una atención capturada, en este caso por algo bello y artificial que estoy aportando al momento, a no ser que ese sea nuestro objeto de atención.
Y a continuación, te dejamos esta herramienta por si te puede servir y ayudar a través de traer un poquito de calma a tu vida.

jueves, 20 de octubre de 2016

MOTIVACIÓN Y COMPORTAMIENTO




Podemos afirmar que existe considerable consenso entre los profesionales, sobre la relación que existe entre motivación y comportamiento. Está claro que la motivación va a influir en la manera que tenemos de comportarnos. Si tenemos sed, buscaremos agua y después beberemos agua.
En el caso de la educación de nuestros hijos e hijas o en el ámbito educativo, es obvio que conocer un poco más sobre este mecanismo, nos puede ayudar a superar dificultades y a mejorar el comportamiento general de los pequeños, solo tenemos que saber cómo utilizar algunas herramientas.

¿Qué es la motivación?

La motivación comprende procesos que  dan energía, dirigen y mantienen la conducta. Una conducta motivada, es enérgica, directa y constante.
Podemos entender la motivación desde dos perspectivas, una es la que tiene relación con la perspectiva conductual, o la que destaca la utilización de premios y castigos como claves para regular la motivación del niñ@. Los incentivos pueden motivar la conducta del estudiante, ayuda a dirigir la atención hacia una conducta adecuada en casa alejándola de una conducta inadecuada. Por ejemplo las calificaciones en clase, u obtener una marca o estrella por realizar un trabajo voluntario. También el reconocimiento, mencionar en alto el logro del niño y permitirle hacer algo especial.
Otra perspectiva subraya la capacidad de crecimiento personal, la libertad para elegir su destino y las cualidades positivas que tienen los pequeños desde que nacen. Según Maslow, es necesario tener cubiertas ciertas necesidades básicas para poder realizarse en las más complejas. Tendremos que tener satisfechas las necesidades fisiológicas, hambre, sed, sueño para poder satisfacer después las necesidades de seguridad, supervivencia y protección. Así podremos pasar  a otro escalón de la pirámide, la necesidad de Amor y Pertenencia, relaciones sociales y de pareja, que nos permitirá después centrarnos en la necesidad de Estima o sentimiento positivo hacia uno mismo. El último escalón es el de la necesidad o motivación de logro o AUTORREALIZACIÓN. Esta última es la más difícil de alcanzar y supone la capacidad de desarrollar todo el potencial personal como ser humano.
Otra perspectiva, la perspectiva cognitiva centra su atención en los pensamientos. Los pensamientos que tenemos guían nuestra motivación. Soporta la idea de que la motivación interna por lograr hacer las cosas bien, las atribuciones que se hacen y las creencias de que pueden controlar eficazmente su ambiente condicionan la manera de actuar de los niños y niñas. Sostienen que se debería restar importancia a las presiones externas. Recomienda que se ofrezca a los niños más oportunidades y responsabilidad para controlar sus resultados. En este sentido White propuso el concepto de “motivación de competencia”. Toda persona está preparada para afrontar su realidad con eficacia, dominar su entorno y procesar la información adecuadamente porque estamos internamente motivados para interactuar con nuestro ambiente de manera eficiente. Este concepto explica por qué los seres humanos estamos motivados para INNOVAR.

MOTIVACIÓN EXTRÍNSECA E INTRÍNSECA

La motivación extrínseca implica hacer algo para obtener otra cosa. Es un medio para lograr un fin. Por esto, está influida por incentivos externos. La motivación extrínseca mejora el rendimiento.
La motivación intrínseca es la motivación interna para hacer algo porque sí. La conducta es un fin en sí mismo. Disfrutar aprendiendo, jugar, pintar… la motivación intrínseca también aumenta el rendimiento y además al no emplearse como control el incentivo intrínseco tiene un valor informativo.
Lo ideal es utilizar los premios para fomentar la participación del niño o niña en alguna actividad o comportamiento que queramos que ocurra y para informar al pequeño sobre su ejecución. Si algo lo hace bien, házselo saber. No es el premio en sí lo que causa el efecto, sino la expectativa del premio. Cuantos más puntos tengas más se habrá esforzado y esto hace que se sienta más COMPETENTE. De este modo aumentamos también la motivación intrínseca. Sin embargo una retroalimentación negativa como la crítica, que transmite información sobre la INCOMPETENCIA, socava la motivación intrínseca, especialmente en aquellos niños que tienen dudas sobre su propia capacidad.

TRUCOS

·         Los elogios verbales aumentan la motivación intrínseca
·         Los premios tangibles (puntos, dinero, regalos) inesperados mantienen la motivación intrínseca
·         Al principio haz que ocurra, prémiale aunque no lo haga perfecto, aumentará así su motivación intrínseca
·         Mantén un nivel de exigencia adecuado a cada situación y a cada niño, reflexiona sobre ello
·         Practica la aceptación INCONDICIONAL.

SABEMOS QUE:

1.    La motivación intrínseca mejora el rendimiento escolar
2.   Mejora el comportamiento
3.   Disminuye en 6º de primaria y en secundaria
4.   El método de evaluación escolar utilizado hoy en día orienta hacia la motivación extrínseca.
5.   Una mala nota disminuye la sensación de AUTOCOMPETENCIA.

REFLEXIONES:


Los padres y profesores debemos intentar mantener la motivación intrínseca de nuestros pequeños. Somos los adultos responsables de crear ambientes de aprendizaje que fomenten la autorresponsabilidad por conocer y hacer las cosas bien. Ambas motivaciones funcionan simultáneamente. La utilización de premios solamente no es un método adecuado. La autoeficacia es el factor clave para cualquier aprendizaje.

lunes, 5 de septiembre de 2016

MINUTOS DE BIENESTAR EN NUESTRO DÍA A DÍA. 1 MINUTO PARA MÍ

Cada minuto cuenta para nuestro bienestar 


Hay minutos que pasan en nuestro día a día en los que nos encontramos con plenitud, en un estado de bienestar en que disfrutamos, nos sentimos viv@s, e incluso a veces son difíciles de expresar con las palabras de ese momento. 

Nos sentimos como renovad@s y cargad@s de nuevo de un aliento de energía para continuar...

Cuando aprendemos a entrar en ese momento de forma intencionada, a voluntad nuestra, cuando lo necesitemos, lo queramos, lo precisemos...estaremos ofreciendo bienestar a nuestro cuerpo y nuestra mente y eso, se traslada al exterior, al resto de personas con quienes nos relacionamos. 

Te ofrecemos a continuar una técnica sencilla que te puede orientar posiblemente y que si te puede orientar a tí, puedes compartirla y disfrutarla. 

1 MINUTO PARA MÍ. Para entrenarte en relajar la mente y el cuerpo, mejorar la atención y concentración y liberar tensiones. 


sábado, 27 de agosto de 2016

PROFESIONALES DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL

"El estudio de desarrollo humano debería dirigirse hacia la comprensión de emociones, espiritualidad, resiliencia, relaciones, cuidados, autoestima y autoconcepto, autoeficacia, competencia, autodirección, capacidad para atribuir sentido a la experiencia de la vida, autoayuda y ayuda mutua (Germain, 1990)" y en esos procesos de resiliencia trabajan para ello también l@s profesionales de la intervención social, con sus herramientas, recursos, habilidades y competencias.